Clase: Antecedentes Médicos, Diagnóstico, Estado de Salud y Tratamientos
Antecedentes Médicos, Diagnóstico, Estado de Salud y Tratamientos
Materiales:
Presentación de Power point “Antecedentes en salud”
Presentación de primeros auxilios.
Competencias:
Que los jóvenes conozcan sus antecedentes en salud, sus factores de riesgo y sean capaces de asistir a una cita médica, con total conocimiento de su propia condición de salud.
Objetivo:
Favorecer en los jóvenes su autoconocimiento en salud, como factor protector y de prevención para futuras enfermedades.
Paso a paso:
Cuando un niño crece en medio institucional (Fundaciones, orfanatos, etc.), existen personas encargadas de llevarlos o acompañarlos al médico y hacer sus procedimientos en salud, incluso siendo adolescentes y jóvenes. Este acompañamiento, reemplaza el que hace una familia (papá o Mamá), el problema radica, en que las personas que allí trabajan, muchas veces son cambiadas y en ocasiones NO registran en la historia de vida del niño lo que pasó en la consulta, dejando sin registro los antecedentes en salud de este niño o joven, información que será necesaria en un futuro. Asi mismo en otras ocasiones no tienen un doliente o persona a cargo que siempre los acompañen a las gestiones en Salud, haciendo que estas personas se roten, cambien y desconozcan la historia clínica de cada niño/joven.
Pregunte al grupo, ¿con quién vas al médico? entras sola o acompañada a la consulta?, sabe responder las preguntas sobre sus antecedentes?
Genere una discusión al respecto, en donde enfatice en la importancia de que cada una conozca las enfermedades que ha padecido, sus alergias, cirugías, fracturas, hospitalizaciones, etc.
Pregunta a las jóvenes qué la han operado?
Explica a los jóvenes que son los antecedentes familiares en salud y porque son importantes:
Los antecedentes familiares son importantes para la salud de todas las personas. Porque gracias a conocerlos, podemos reducir el riesgo de sufrir una enfermedad si seguimos una dieta saludable, hacemos suficiente ejercicio y no fumamos. Pero, ¿sabían que sus antecedentes familiares podrían tener una gran influencia en el riesgo de sufrir de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, diabetes o cáncer? Aunque no podemos modificar la estructura genética de cada uno, el hecho de saber su historia familiar puede ayudar a reducir el riesgo de contraer problemas de salud.
Los miembros de una familia comparten los genes, así como el ambiente, los hábitos y estilos de vida. Todas las personas pueden reconocer características específicas en su familia, por ejemplo el pelo rizado, los hoyuelos, la esbeltez o la habilidad atlética. El riesgo de contraer enfermedades como el asma, la diabetes, el cáncer y la enfermedad cardíaca también viene de la familia. Los antecedentes familiares afectan de manera diferente la salud de las personas. Las características principales de los antecedentes familiares que pueden aumentar el riesgo de ciertas enfermedades son la presencia de:
Enfermedades que ocurren a una edad más temprana de la esperada (10 a 20 años antes que la mayoría de la gente que contrae la enfermedad)
Enfermedad en más de un pariente cercano
Enfermedad que generalmente no afecta a cierto sexo (por ejemplo, cáncer de seno en un hombre)
Ciertas combinaciones de enfermedades en una familia (por ejemplo, cáncer de mama y de ovario o enfermedad cardíaca y diabetes).
Si su familia tiene una o más de estas características, sus antecedentes familiares pueden contener claves importantes sobre el riesgo que usted tiene de contraer enfermedades. Use los antecedentes familiares para promover su salud. Las personas con antecedentes familiares de una enfermedad pueden tener mucho que ganar si realizan cambios en su estilo de vida y se hacen pruebas de detección selectiva. Ustedes no pueden cambiar sus genes, pero pueden modificar comportamientos no saludables, como fumar, la inactividad y los malos hábitos alimenticios. Pide al grupo que nombre alguno de ellos.
Pasa el anexo J 18 “Antecedentes en salud” y pide a los participantes que escriban lo que más sepan de ellos mismos, con respecto a sus antecedentes.
Deja como tarea que averigüen, si no lo saben que lo completen.
Explica que es muy importante para un caso de emergencia y además cuando estén viviendo solas.
Explica a las jóvenes que mientras estén viviendo en el Hogar y tengan menos de 18 años, seguramente tendrán una persona que las acompañe al médico, pero que esta condición cambiará rápidamente.
Ahora explica:
Las pruebas de detección selectiva (como mamografías y exámenes de detección del cáncer colorrectal) pueden detectar enfermedades como el cáncer en las etapas iniciales, cuando son más fáciles de tratar. Las pruebas de detección también pueden detectar factores de riesgo para contraer enfermedades como colesterol alto y presión arterial alta, las cuales pueden ser tratadas para reducir las posibilidades de contraer una enfermedad.
Infórmese sobre sus antecedentes familiares, para informarse sobre su historia familiar:
Haga preguntas.
Trate el tema con personas que lo conozcan hace mucho tiempo o la han acompañado al médico.
Recoja información sobre sus abuelos, padres, tíos y tías, sobrinos y sobrinas, hermanos e hijos.
El tipo de información que se debe recoger incluye, entre otros: enfermedades médicas graves y causas de muerte, edad en la que se inició la enfermedad y edad al fallecer, y origen étnico.
Escriba esta información y compártala con el médico, teniendo en cuenta que el evaluará los riesgos que usted cada una tiene de adquirir una enfermedad con base en sus antecedentes familiares y en otros factores de riesgo, recomendará cambios en su estilo de vida para ayudar a prevenir la aparición de la enfermedad y ordenará pruebas de detección para detectar la enfermedad en forma temprana. Si el médico nota un patrón de enfermedad en su familia, esto puede ser una indicación de la presencia de una forma hereditaria de enfermedad que ha pasado de una generación a otra. El médico lo puede remitir a un especialista que puede ayudarle a determinar si usted tiene esa forma hereditaria de enfermedad. Aún en el caso de formas hereditarias de enfermedad, se pueden tomar medidas para reducir el riesgo de contraerlas. ¿Y si usted no tiene antecedentes familiares de enfermedad? Aun cuando no existan antecedentes de un problema de salud específico en su familia, usted todavía podría estar en riesgo de contraer una enfermedad. Esto se debe a que: su estilo de vida, su historia médica personal y otros factores influyen en la posibilidad que usted tiene de contraer una enfermedad. Ustedes podrían desconocer la presencia de enfermedades en algunos familiares; usted podría tener familiares que murieron a una edad temprana, antes de que pudieran contraer enfermedades crónicas como enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, diabetes o cáncer. Tener conocimiento de los antecedentes de salud de su familia es parte importante de un plan de bienestar que dure toda la vida.
Realiza las siguientes preguntas en el grupo, escucha diferentes opiniones y genera una orientación.
¿Cómo es una consulta médica?
¿Qué te preguntan?
¿Por qué creen que es importante conocer estos antecedentes?
¿Cuáles son las diferencias al conocerlos, que cuando los desconocemos?
Finaliza recordando la tarea de averiguar sus antecedentes en salud.
Recomendaciones
Se sugiere que esta clase esté acompañada por el profesional o persona de la institución que se encarga de la gestión en salud de los jóvenes. Si no hay nadie definido delegado, es fundamental hablar con los directivos, para que evidencien la importancia de que haya un responsable de la gestión en salud de los jóvenes, conozca sus antecedentes, acompañe a las consultas y pueda hacer un seguimiento apropiado en salud de forma individual. Así mismo se sugiere que cada joven tenga una carpeta o portafolio donde se registre con fechas todos los acontecimientos relacionados con su salud y evolución. Esto permitirá que se conozca la trayectoria, se prevengan enfermedades y se promuevan prácticas saludables.
Iniciar consciencia con la institución de la importancia de empoderar a los jóvenes en su conocimiento, explicándoles los procedimientos a los cuales se ven expuestos, las citas donde van a asistir, entre otras. Este tema es la introducción al tema de “Gestión en Salud”.
Esta clase debe promover la reflexión en las jóvenes de la importancia de conocer sobre su salud y empoderarse de la misma.
Hacer muchas preguntas a ellas de qué harían en caso de una emergencia? cuando vivan solas y estén embarazadas, si les sucede un accidente en la calle y le tienen que transfundir sangre, etc.
Contar testimonios de los profesionales e incluso preguntarles a las jóvenes de sus experiencias ayuda mucho a empoderarse más del tema.
Hacer una dinámica de dramatizado en donde la maestra es el médico y las jóvenes las pacientes, ayudaría mucho a que se sitúen en lo que les pueden preguntar en una consulta.
Al dejar la tarea de que cada participante averigüe sus antecedentes, se debe hacer un seguimiento para que lo cumplan y registren en sus cuadernos. No solo es escribirlos sino manejarlos como propios, lo que se conoce como “apropiación del conocimiento”.
Esta clase se complementa con identificar qué hacer en caso de un accidente en casa (primeros auxilios)
Es importante que los participantes entiendan que esta información no pretende ser un sustituto para consejos médicos profesionales o tratamientos. Además, la información y técnicas de los primeros auxilios básicos que se dan, deben ser entendidas por la docente para poder demostrar las técnicas correctamente y responder preguntas o dudas.
La docente se apoya en la presentación de Powerpoint llamada “primeros auxilios”. Para así aprender y entender cómo aplicar técnicas de primeros auxilios básicos para Esguinces y Torceduras; Quemaduras; Cortaduras, Abrasiones y Punciones; víctimas de Asfixia; personas inconscientes; y Hemorragias Nasales.
Realiza primero estas preguntas a los jóvenes, para identificar con que aprendizajes cuentan y así mismo para que la enseñanza se dé entre pares con orientación.
Cómo identificar los diferentes tipos de esguinces/torceduras, quemaduras, cortaduras y abrasiones y cómo tratarlos.
Cómo tratar enfermedades comunes como los resfriados y la gripe.
Las técnicas para ayudar a una persona que se está sofocando y
Qué hacer para detener una hemorragia nasal.
Con apoyo de la presentación de power point explica lo siguiente:
Esguinces y Torceduras
El área mas común para un esguince o torcedura son los siguientes: tobillo, muñeca, muslos, espalda, cuello y rodilla. Es importante que sepas cuándo buscar atención médica. El personal médico suele clasificar los esguinces de primer a tercer grado. Los esguinces de primer grado son los más comunes. Hay una hinchazón moderada, de poca inestabilidad. Los esguinces de segundo grado tienen más inflamación, más dolor y generalmente requieren de más tiempo de recuperación. Los esguinces de tercer grado involucran un dolor casi insoportable y mucha hinchazón. Con el cuidado adecuado, la mayoría de los esguinces se curan por sí mismos. Usa las siguientes instrucciones para determinar cuándo se debe buscar atención médica:
Tienes un dolor severo y no puedes poner peso sobre la articulación lesionada.
El área sobre o a un lado de la articulación lesionada es muy sensible al tocarla.
El área lesionada se ve torcida o tiene protuberancias o bultos (aparte del hinchazón) que no ves en la articulación no lesionada.
No puedes mover la articulación lesionada.
No puedes caminar más de cuatro pasos sin un dolor significativo.
Tu extremidad tiembla al tratar de usar la articulación.
Tienes entumecida cualquier parte del área lesionada.
Ves enrojecimiento o marcas rojas que se extienden a partir de la lesión.
Te lesionas un área que ya te has herido varias veces antes.
Tienes dolor, hinchazón o enrojecimiento en una parte ósea de tu pie.
Estás en duda acerca de la gravedad de la lesión o no sabes cómo cuidar de ella.
Cuidando Esguinces y Torceduras
Estos son los cuatro pasos básicos para cuidar un esguince o torcedura: Descansar, aplicar hielo, aplicar presión y elevar.
Descanso:
Las primeras 24-48 horas después de la lesión se consideran un periodo crítico para el tratamiento. Durante este tiempo, el área lesionada debe descansar. Poco a poco, usa la zona lesionada como lo toleres. Evita las actividades que causan dolor excesivo. Puede que tengas que envolverlo, usar una férula, cabestrillo o muletas para que el área lesionada de tu cuerpo descanse apropiadamente.Aplicar Hielo:
El tratamiento de hielo es la práctica más común de los primeros auxilios para un esguince o una torcedura. Durante las primeras 48 horas después de la lesión, pon hielo sobre el esguince o torcedura 20 minutos a la vez, cada 3-4 horas. Mueve el hielo frecuentemente, sin dejar que se quede en un solo lugar.¡NO dejes que el hielo se quede más de 20 minutos sobre el esguince! ¡No ayudarás a que se sane la lesión más rápido, y puedes causar daño en los tejidos! Permite que el área se caliente durante al menos 45 minutos o una hora antes de volver a aplicar hielo.
Aplicar Presión:
Usa la presión al elevar un esguince o torcedura durante los primeros tratamientos. Usando una venda, envuelve el área traslapando la envoltura. La envoltura debe de ser ajustada, pero sin cortar la circulación de la zona. Si los dedos están fríos, azules o cosquillosos, el vendaje está demasiado apretado.Es importante que la docente haga demostrativas las técnicas apropiadas para envolver varias partes del cuerpo (rodillas, tobillos, codos).
Eleva:
Mantén tu esguince o distensión muscular lo mejor posible - trata de mantenerlo más alto que tu corazón si es posible. Elévalo en la noche con almohadas debajo de tu brazo o pierna.
Tratamientos térmicos:
Los tratamientos térmicos se deben usar en las condiciones crónicas, como el dolor en los músculos, para ayudar a relajar y aflojar los tejidos, y para estimular el flujo de la sangre en el área. Usa los tratamientos térmicos en condiciones crónicas antes de participar en actividades deportivas.
No uses los tratamientos térmicos después de las actividades, y no uses el calor después de una lesión aguda. Para calentar los tejidos, puedes usar una toalla mojada en agua caliente. Al usar tratamientos de calor, ten mucho cuidado de usar un calor moderado durante un tiempo limitado (ten cuidado para evitar quemaduras). Nunca dejes una toalla caliente durante períodos largos o mientras duermes.
Quemaduras
Las quemaduras pueden ser causadas por calor, líquidos calientes, químicos fuertes, electricidad y radiación. Son clasificadas entre quemaduras de primero, segundo, tercer y cuarto grado, que son determinadas por la cantidad de superficie de la piel que ha sido quemada, el grado de la quemadura y la profundidad o grosor.
Las siguientes son técnicas para determinar la clasificación de la quemadura:
Evaluar el color de la piel quemada.
Si está entre rosa a rojo (como una quemadura de sol), es una quemadura de primer grado.
Si está completamente rojo, por lo general es una quemadura de segundo grado.
Si la piel es blanca, amarilla, café o negra, se considera una quemadura de tercer grado.
Finalmente, si la piel está negra, se considera una quemadura de cuarto grado.
Buscar inflamación.
Las quemaduras de primer grado solo causan un poco de inflamación, las de segundo grado causan un poco de inflamación. Las quemaduras de tercer grado causan inflamación severa, y las quemaduras de cuarto grado no causan inflamación.
Pregunta por el nivel de dolor.
Las quemaduras de primer y segundo grado causan dolor, mientras que las quemaduras de tercer y cuarto grado no causan dolor por lo general, porque las células de los nervios han sido dañadas.
Busca ampollas.
Las quemaduras de segundo grado las causan, mientras que las demás tres clasificaciones no las causan.
Examina la quemadura por el tejido duro que viene después de una lesión de piel de espesor completo. Este tipo de piel se ve en las quemaduras de tercer y cuarto grado.
Entiende que las quemaduras de primer grado requieren de 3 a 5 días para curarse. Las quemaduras de segundo grado duran de dos a seis semanas para sanarse, y las quemaduras de tercer o cuarto grado pueden durar muchos meses para sanar correctamente.
Entiende que puede durar de 3 a 5 días para detectar si una quemadura es de segundo o tercer grado.
Con una quemadura de primer grado, la epidermis (la capa superior de la piel) se destruye. Una quemadura de segundo grado solo la daña, las capas superiores de la dermis (capas más profundas de la piel), y algunas lesiones en las capas más profundas de la dermis. La dermis se destruye completamente en una quemadura de tercer grado, y en algunos casos, también se daña el tejido, incluyendo algunas partes del hueso.
¡CUIDADO! En caso de una quemadura extensa, cubre el área con una toalla limpia y seca. No dejes que la víctima coma o tome nada en camino al hospital.
Tratamiento Para Quemaduras
Se entrega a cada joven el anexo J7 “Tratamiento Para Quemaduras”. y les pides que te ayuden a leer en voz alta cada punto de recomendación. Recuerda que es muy importante promover la participación grupal y la construcción del conocimiento en colectivo.
Nunca pongas pomadas con grasa en una quemadura. Sellan el calor en la herida y pueden causar infección.
Busca atención médica si…
La víctima es un niño o un adulto mayor.
•Las quemaduras severas de segundo grado cubren más de una parte del cuerpo.
Las quemaduras severas de segundo grado están en una parte delicada del cuerpo (manos, cara, pies, etc.)
La quemadura es de tercer grado.
La quemadura fue causada por químicos.
Quemaduras de Primer Grado
Inmediatamente sumerge el área afectada en agua fría.
Manténlo en agua fría, o pon algo frío encima de la quemadura hasta que el dolor disminuye.
Cúbrelo con una gasa limpia y seca para proteger la zona afectada.
Quemaduras de Segundo Grado
Sumerge en agua fría o coloca un trapo frío encima de la quemadura inmediatamente.
Seca suavemente el área. No frotes. Frotar puede romper las ampollas, causando infección.
Cubre la herida con un vendaje estéril y seco.
Si la quemadura se encuentra en el brazo o la pierna, mantenga la extremidad elevada tanto como sea posible.
Las quemaduras de segundo grado deben sanar en unas pocas semanas.
Quemaduras de Tercer Grado
No te quites la ropa cerca o en el sitio de la quemadura.
No apliques agua fría o medicamentos a la quemadura.
Coloca una toalla seca y limpia sobre el área quemada.
Si la quemadura está en los brazos o en las piernas, mantenlos elevados al nivel del corazón.
Si la víctima tiene quemaduras en la cara, revise con frecuencia si está teniendo problemas para respirar.Lleva a la víctima al hospital más cercano, inmediatamente.
Quemaduras Químicas
Quita la ropa que está sobre o alrededor del área quemada. Nunca jales la ropa sobre la cabeza con químicos que pueden quemarla. Es posible que necesites cortar la ropa.
Lava el área completamente con agua a baja presión por al menos 20 minutos.
Aplica una vestidura limpia al área.
Llévalo a atención médica lo más antes posible.
Cortadas, raspaduras y punciones (Tiempo: 20 minutos)
Se inicia este tema preguntando ¿Alguien puede decirme la diferencia entre cortadas, raspaduras y punciones? (Da tiempo para respuestas) y explica que las diferencias básicas son:
Las cortadas cortan la piel dejándola abierta.
Las abrasiones o raspaduras sólo afectan la capa superior de la piel. Por lo general, duelen más que las cortadas, pero sanan más rápido.
Las punciones son puñaladas profundas en la piel.
Recomendaciones:
Limpia el área con jabón y agua caliente, lavando cuidadosamente y quitando cualquier suciedad.
Aplica presión directamente a la herida hasta que el sangrado se detenga.
Pon vendaje estéril o una toalla limpia y seca sobre la herida.
Si una cortada es profunda, ve a un médico lo más pronto posible.
Si la cortada tiene las siguientes características, puede que esté infectada. Para infecciones de menor importancia, usa cremas antibióticas (si está disponible) y mantén el área limpia.
Hinchazón
Enrojecimiento
Dolor
Fiebre
Presencia de pus
Si la infección continúa o si ves marcas rojas en el área, busca atención médica.
Asfixia (Tiempo: 15 minutos)
Si alguien está agarrando su cuello con ambas manos, probablemente se está sofocando o tiene asfixia. Si la persona puede toser o hablar, anímalos a seguir tratando de toser hasta que salga el objeto. Si la persona no puede hablar o toser, debes tratar de despejar las vías respiratorias.
Para hacer esto, debemos hacer algo que se llama la Maniobra de Heimlich. También se llaman compresiones abdominales.
Haz Referencia a la Impresión: La Maniobra de Heimlich para una ilustración de esta técnica.
Entiende que estas instrucciones son para adultos. La técnica puede cambiar para niños o adultos obesos.
Párate detrás de la persona que se asfixia, con tus brazos alrededor de su cintura.
Con una mano, haz un puño. Pon el lado con el pulgar en contra del abdomen de la víctima justo arriba del ombligo. Asegúrate de que tu mano esté debajo de la punta del esternón.
Coloca tu otra mano sobre tu puño y haz empujones rápidos hacia el abdomen de la víctima.
Continúa a hacer empujones hasta que lo que esté bloqueando la vía respiratoria se haya salido y la víctima pueda respirar, o hasta que la víctima esté consciente.
Pide a un voluntario para que pretenda ser una persona que está sofocándose. Demuestra la técnica de Heimlich a la clase. Hazlo despacio para evitar lastimar a la víctima.
Una Persona Inconsciente: Si una persona está inconsciente, primero trata de hacer respiración boca a boca. Para hacer esto:
Abre su boca para asegurarte de que no hay nada adentro. Si hay algo en su boca, trata de sacarlo de la boca de la víctima con tu dedo. A le llamamos el barrido con el dedo. Siempre hazlo con forma de un gancho, cuidando no meter el objeto más a fondo.
Inclina su cabeza para atrás y levanta su barbilla para abrir las vías respiratorias. Puedes poner un brazo debajo de su cuello para mantenerlo inclinado.
Pellizca su nariz y ciérrala con tus dedos.
Pon tu boca sobre la suya para cerrarla.
Respira lentamente, viendo si su pecho sube. Pausa entre cada respiración para dejar que salga el aire. Si el pecho de la víctima no se eleva y baja, re-inclina su cabeza y vuelve a intentarlo. Si el aire todavía no entra, la víctima tiene una vía aérea obstruida, y tienes que probar compresiones abdominales.
Si el aire no entra, haz lo siguiente con la víctima inconsciente:
Levanta uno o ambos de los muslos de la víctima.
Pon el talón de una de tus manos sobre el abdomen de la víctima, justo por encima del ombligo, pero muy por debajo de la punta del esternón.
Coloca tu otra mano arriba de la primera, entrelazando tus dedos y da 5 compresiones rápidas hacia arriba.
A continuación, haz el barrido con los dedos y da dos respiraciones lentas.
Si el aire aún no está entrando, sigue dando 5 compresiones rápidas, una barrida con el dedo y dos respiraciones lentas.
Continúa dando compresiones hasta que el objeto salga, el aire entre a la víctima, o un médico entrenado tome el control.
Si la víctima no respira pero tiene pulso, debe realizar respiración boca a boca. Si la víctima no respira y no tiene pulso, se necesitará rehabilitación Cardiopulmonar (RCP). Esto debe ser hecho por una persona entrenada.
Hemorragias Nasales (Tiempo: 5 minutos)
Pregunta al grupo si en alguna ocasión han sufrido de una hemorragia nasal y que han hecho. Recuerda que siempre se deben tener en cuenta las experiencias de las jóvenes para hacer un aprendizaje colectivo.
Las hemorragias nasales son muy comunes. Algunas de las causas son las siguientes:
Resfriados o infecciones nasales
Lesión en la nariz
Actividad vigorosa
Hipertensión arterial
Exposición a altas altitudes
Sonarse la nariz con demasiada fuerza
Qué hacer si te sangra la nariz:
Siéntate
Inclínate ligeramente hacia adelante para evitar que la sangre corra hacia tu garganta.
Pon una toalla mojada y fría en tu nariz para contraer los vasos sanguíneos de la nariz y detener el sangrado.
Si la sangre sale de solo una fosa nasal, presiona firmemente en la parte de arriba de ese lado.
Si las dos fosas nasales están sangrando, presiona firmemente en la parte de arriba (al centro) por al menos 10 minutos.
Si el sangrado es el resultado de una lesión directa a la nariz, la presión se debe aplicar suavemente.
Si el sangrado sigue o si las hemorragias nasales se repiten con frecuencia, consulta a un médico.